El Norte de África -y especialmente sus ciudades- es una caja de sorpresas para el viajero occidental. Es inconcebible el modo que varían las costumbres, los alimentos, las vestimentas y hasta los paisajes a uno y otro lado de este minúsculo mar interior que llamamos Mediterráneo. Son dos mundos contrapuestos, pero situados a tiro de piedra. Y eso dificulta sensiblemente las posibilidades de entender algo de lo que allí ocurre para ese viajero.
Durante más de veinte años el autor a recorrido incansablemente las orillas mediterráneas. Durante más de veinte años se ha maravillado con las manifestaciones de todo tipo que este ridículamente pequeño charco azul es capaz de congregar. Y durante más de veinte años ha intentado complementar aquello que le aportaban sus sentidos físicos en cada una de las visitas con lecturas apasionadas y apasionantes en busca de los porqués de todo lo que habia Leer más
El Norte de África -y especialmente sus ciudades- es una caja de sorpresas para el viajero occidental. Es inconcebible el modo que varían las costumbres, los alimentos, las vestimentas y hasta los paisajes a uno y otro lado de este minúsculo mar interior que llamamos Mediterráneo. Son dos mundos contrapuestos, pero situados a tiro de piedra. Y eso dificulta sensiblemente las posibilidades de entender algo de lo que allí ocurre para ese viajero.
Durante más de veinte años el autor a recorrido incansablemente las orillas mediterráneas. Durante más de veinte años se ha maravillado con las manifestaciones de todo tipo que este ridículamente pequeño charco azul es capaz de congregar. Y durante más de veinte años ha intentado complementar aquello que le aportaban sus sentidos físicos en cada una de las visitas con lecturas apasionadas y apasionantes en busca de los porqués de todo lo que habia visto.
Pues bien, este libro intenta seguir el camino contrario. Quiere ser invitación para el viaje desde la lectura. Pretende explicar para incitar a la visita. Y sobre todo aspira a sugerir respuestas para preguntas todavía no formuladas.
Los textos sobre las ciudades que siguen no se estructuran como guías de visita, pero tampoco como sesudos informes históricos. No se circunscriben al entorno ciudadano, porque la ciudad queda incrustada en un ambiente natural determinado, y sin conocer éste, no puede entenderse aquella. Busca la conexión entre las distintas urbes como si de un itinerario ideal se tratara, un itinerario que las fuera descubriendo una a una, un itinerario posible para quien quiera intentarlo porque a sido realizado por el autor en automovil.
Finalmente, en estas páginas se encuentran multitud de datos pensados para facilitarle la visita cuando usted decida ir allí.
